Temm
blo
ress sempiternoss murmurantess
como una
sentencia fatídica.
Desde este < ángulo > abis mal
las palabras
no llegan
no
las palabras son casi como
balas en la frente de todos los pájaros
(Derroche de pólvora
para tanta volatilidad alejá andose)
pero, déja me
decir te, Mi Amor
(y retengo tus ojos atigrados míos un segundo tuyo en mis manos):
el tiempo, las balas
no matan
tan sólo apartan los pensamientos a
un costado negro sin intenciones.
(postergando)
Engañan vilmente como sólo lo haría una madre,
arropan conternura una
desnudez latente que se
des
vis
te a des horas.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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