Hubo un momento en que
sabiendo vivir fue
fácil vivir asistiendo al
pasado
(frase que no me
cansaré de usar) asistiendo a
la felicidad
de tu mano;
te vi bajar o quizá
no
pero tu nombre fue
golpe tras golpe acorde
inconcluso
como tal vez hayas sido
en esta puta vida.
Tu consciencia brotando o
acaso lo que quedaba de ella,
sonrisas inabarcables pensando a
futuro (no
puedo evitarlo si soy
demasiado feliz si sé que
volverás a estar muerto
sin
metáforas de consuelo
sin
simples
palabras que te reduzcan a
palabras porque
volverás a estar muerto).
Entre esos acordes
hijos
de tu mano de
algo más que eso, entre
el bullicio de mis células insignificantes
no hizo falta sentir que estabas
presente porque
si eras esto,
si éramos nosotros;
si eras vos y después nosotros,
qué perdíamos al tomar el
colectivo y regresar a
casa?
En memoria de Luca y de su espíritu presente,
la noche del 12-04-07, el día que tocó Sumo.
domingo, 18 de julio de 2010
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